Te descubro mientras nadamos en este mar de urgencias y mantas o cuando soy dueño de cada centímetro de tu piel . Que me pierdo en el paisaje de tu cuerpo contando los lunares que nadie se propuso a encontrar antes. Y deliro cuando recorro la curva de tu espalda o cuando soy testigo de como los atardeceres recorren el abanico de tus pestañas . Y enloquezco mientras husmeo en los rincones que modelan tus huesos, o con el hilo de tu voz cuando me susurras al oído palabras atascadas. Te tengo aquí y ahora así que te propongo un juego. Consiste en liberar mis complejos con el roce de tus dedos. Deja que te regale el mundo. Gratis claro.