lunes, 19 de noviembre de 2012

Ven, desnúdate, desnúdame. Que si tengo que caer, que sea contigo empujándome a la cama. Y te lo advierto, la próxima vez que pongas mi nombre en un papel, que ponga al lado para siempre. Quiero emborrarme de ti y que me mate la resaca. Aunque sea lunes. Aunque sea jueves. Que cuanto más me pierdo en ti, más acelero. Y recuerdo que el día que nos conocimos llovían perseidas, que quería hacerte el amor con cada palabra, que me olvidé de unos mil amaneceres al verte. Pero ya sabes, puedes dejar cicatrizar las heridas, o puedes dejar que te las cure a besos, aunque lleve más tiempo. Joder, que infinito lleva tu nombre. Y si algún día me dejas, embotellaré kilos de tu fragancia para cuando no soporte tu ausencia. Vete, vístete y deja que me vista sólo.

1 comentario:

  1. Curar las heridas a besos siempre me pareció medicina alternativa que hay que seguir investigando, sobretodo en el mundo en que vivimos, dónde tocarse parece estar prohibido.

    ResponderEliminar